2/2/08

Ideas de Alta Costura


Cristian Dior. Con un patronaje basado en el arte japo y estampados en homenaje a Gustav Klimt, el diseñador gibraltareño John Galiano hizo las delicias de un Cristian Dior que, seguramente, hubiera querido estar vivo para felicitar al artista en persona. No faltaron los sombreros en honor a la marca y atención a los extra-pendientes de maderas naturales u otros materiales más futuristas.

La elegancia fue el denominador común de la colección de Armani Privé, si bien el diseñador apostó por modelos que se acercan más al concepto pret-a-porter que a la alta costura. Destacó la sofisticación en los volantes, a modo de olas de mar, la amplia paleta de colores, la mayoría en tonos pasteles, y la superposición de tejidos en los modelos más atrevidos, con guiños al pop art. Protagonismos tomaron las maxi-pulseras y cinturones con maxi-broche, todo a juego.

El desfile de Chanel se quedó corto, no por las micro-faldas, sino porque a nuestro parecer, Kart Lagerfeld podría haber dado más de sí. Con un toque setentero y el habitual tweed de la marca en chaquetas, su colección se podría interpretar como las mil y una formas de un traje de dos piezas, cada una con su personalidad propia. Las manoletinas se convirtieron en el común denominador.

El exagerado colorido y los guiños al bandolero dieron un toque un tanto español a la propuesta de Christian Lacroix, donde los estampados, los bordados y la mezcla de todo se hicieron con la pasarela. ¡Este hombre se atreve con todo! Atención a los zapatos de cebra, los fajines anchos y los mini-sombreros al más puro estilo cordobés.



La colección super-minimalista de Givenchy tomó ritmo cuando se empezaron a ver las superposiciones cervantinas como apoyo decorativo y el tu-tu bajo las faldas, muy propio de los ochenta discotequeros. Las sandalias enlazadas en raso y los macro-lazos para el cuello pusieron el detalle.

A pesar de la pedrería, la gasa y el raso, la colección de Elie Saab pasó desapercibida por no aportar nada más allá de lo que ya conocemos en el panorama de la moda. No sabemos si el tono pastel de los modelos o el patronaje, con pocas estridencias, tienen la culpa de esto.

Mojada y en azul y blanco. Así se presentó la colección de Jean Paul Gaultier para la primavera-verano del 2009. Con vestidos de sirena, superposicones que huelen a escama y lencería en homenaje a los marineros tatuados. Una apuesta romántica y muy femenina la del diseñador. Entre los accesorios, las sombrillas apañueladas, en honor al XVIII.

En su adiós, Valentino se olvidó del rojo para pensar en todas las mujeres y todos los momentos que había vestido. Eso sí, con esa elegancia a la que el diseñador nos tiene acostumbrados. Bellísima la colección del italiano. Nos recuerda a una película a cámara rápida de la trayectoria profesional de los 45 años del diseñador. ¡Bello hasta el extremismo! En accesorios,
guantes largos, maxi sombreros del siglo XVIII y bolsos-monedero.

Por último, en su primera cita con la Alta Costura, el español Josep Font mostró una colección a la altura de las circunstancias, basándose en el circo loco y el colorismo de su país. Colores estridentes, formas únicas, tejidos complicados y bordados de todo tipo dan una imagen del futuro que profesa este diseñador catalán. Para acompañar, los super-lazos, donde quiera que sea.

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